Llegar hasta ahí fue la odisea. La frontera camboyana con Tailandia cierra a las 8 de la tarde, y queríamos pasarla el viernes después de trabajar para poder pasar el sábado y el domingo enteros en Angkor. Teniendo en cuenta que salíamos de trabajar a la 13:30 era casi misión imposible, pero los astros se alinearon para que a las 19:59 estuviéramos ultimando los trámites para nuestra entrada en Camboya. Como corrimos ese día! Al final, prueba superada y pudimos pasar 2 días enteros viendo los templos de Angkor.
Todo fue increiblemente bonito, como siempre, las fotos hablan por sí solas. Me quedo con las risas que nos echamos, la grandeza de los templos entre el bosque, la hospitalidad camboyana y lo bonitos que son los niños de ahí. Una vez más, un viaje perfecto.
Una maravilla del mundo menos eh?
ResponderEliminarYo llevo una que tu no tienes...todavía :D